sábado, 30 de julio de 2011

Reflexiones del sueño.

Debo reconocer que hoy he tenido una noche extraña. Estoy pesada con los sueños vívidos, y no os lo recomiendo. Para quien no sepa que son con exactitud os recomiendo que lo busquéis en Google, pero os adelanto que son como sueños con los ojos abiertos, en los que te ves involucrados. Parecido a  un 'coma light' pero despiertos. Bueno la cuestión es que mis sueños tratan siempre de lo mismo, y empiezo a cansarme porque me proporcionan una gran felicidad, pero una felicidad falsa, son sueños joder, no son reales. La sensación que acaban recreando es como agonizar en tu propio paraíso, es "despertarte", darte cuenta de la realidad y volver a hundirte. Pero además tienen ciertos inconvenientes. Lo que hallas soñado se convierte casi en un recuerdo, un recuerdo actual, y entonces estas contento porque es un recuerdo feliz. Pero en el fondo se tu ser sabes que todo es falso, que nunca nada ocurre de verdad, que todo lo que te estas haciendo feliz es falso, y no sabéis como duele. Es por eso por lo que he pasado mala noche, porque ese ha sido el momento en el que mi cabezota medio hueca a decidido sacar al exterior toda la realidad. Y tras contaros mi engañosa (?) rutina me dispongo a deciros querido público que soñar no es del todo recomendable, así que os deseo dulces sueños, pero que sean fantasías. Y si de pronto se os aparece el coco para raptaros  preguntarle qué tal está de mi parte, que hace años que no sé nada de él.

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