Reflexiones de un amor.

Es dejarse llevar, pero queriendo dejarse llevar.
Sin planes, sin normas; solo improvisación, solo que surja en el momento.

Reflexiones de una clase de ciencias

De repente me di cuenta de que todo puede ser muy frágil. Que algo sujeto con fuertes enlaces se puede romper con un pequeño cambio.

En un mundo donde todo es frágil se debería ser fuerte y cauto. Se debe tener valor para recoger los pedacitos de lo roto y recomponerlo, o tirarlo al olvido del tiempo o a algún rincón de los recuerdos. Y una vez tirado comenzar de nuevo, procurando esta vez que no se rompa.

Un día descubrí que un beso se puede quedar entre dos miradas,deseoso de ser sentido, pero mantenerse en el ambiente, solo, perdido, quizás olvidado. O puede quedar igualmente olvidado en en una efusiva boca, mirando al beso del opuesto, que en silencio pide uno mas.

No me equivoqué cuando pensaba que con un simple soplido todo se puede desmoronar y acerté cuando propuse que nunca podré controlar los silencios que existen entre nosotros, entre las miradas que te dedico y no adviertes, entre las caricias que a veces te doy y parece que esquivas. Y lo reconozco, reconozco que a veces tengo miedo de que no me sientas, de que me olvides igual que has hecho, o al menos eso creo, con tantas otras.

De repente un día me di cuenta de que los "Te quiero" se pierden en el tiempo, se esfuman en el aire, se van para no volver. Pero también me di cuenta de que pueden surgir de la nada, en un frío día, en una clase de ciencias,con una bufanda al cuello, y un pesar en el alma. Admito que creo que son te quieros sin sentido, que desconozco la razón de su surgir y que resultaría irónico que puede que sean de verdad.
Y espero equivocarme al advertir que tu nunca te darás cuenta, y que si lo haces pasarás de largo, dirigiendo tu mirada hacia otro lado, fingiendo no ver, fingiendo no sentir.