martes, 30 de agosto de 2011

Reflexiones de sueños.


Los sueños solo son reales mientras duran. Cuando despiertas se desvanecen, se olvidan. Puede que lo recuerdes un tiempo, pero termina desapareciendo. Quizás se vallan a la mente de otra persona en el otro extremo del país o continente, o quizás simplemente se pierden en un universo en el que tanto el bien como mal reinan por igual, aunque a veces se incline hacia un lado la balanza. Simplemente son sueños, imágenes que deseamos que sean reales, que nos transportan a nuestros mas anhelados lugares, que nos recuerdan un abrazo, un beso o un simple 'hola';  que aparecen para desviar nuestra mente por un momento de una realidad a veces cruel. O son pesadillas, el reflejo de nuestros temores, de nuestros miedos; imágenes que nos hacen agonizar mientras invaden nuestra mente, que nos transportan a nuestro mas sincero dolor, llanto o grito.
Alguna vez he despertado y no he sido capaz de separar la realidad del mundo que ha creado mi cabeza. A veces incluso me ha pasado despierta, cuando me pierdo en mi mente y me voy a ese espacio mas allá de la realidad. Porque aunque a veces no se reconozca todos soñamos despiertos; todos creamos fantasías y las repetimos una y otra vez hasta que de pronto, simplemente, se olvidan. Se pierden en una cabeza cada vez mas hueca o se van a una mente mas joven y libre, cambiando los repetidos personajes y añadiendo una nueva banda sonora.
Claro que puede hacerse. Solo tienes que pasear por tu interior, lo que buscas, lo que quieres, está ahí. En realidad es como una pequeña ventana, que brilla en una habitación a oscuras. Es como el viaje a la salvación de un mal día. El viaje no requiere explicación, solo un pasajero.

Pero los sueños, sueños son; y en la mente se quedan.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Reflexiones de una determinación.

Nunca os ha pasado eso de que cuando ya no puedes seguir luchando tomas la determinación de simplemente no luchar? Es una autentica ridiculez. Si ya renunciamos incluso a lo que necesitamos, si abandonamos una causa en la que creemos, ¿qué nos queda? ¿Dolor? ¿Lágrimas? Lo he probado y os aseguro que no os gustaría.
Rendirte, ¿esa es la determinación?

El problema viene cuando la causa por la que luchas está perdida. Ahí ya da igual cuanta fuerza tienes para continuar o que puedes hacer para seguir intentando alcanzar la “victoria”. La determinación vuelve a ser rendirte, pero acarrea otras cosencuecias. Junto con ello debes tomar otras determinaciones. Trazas un plan, mentir, un plan malvado y genial para que todos sean felices. Y en tu cabeza todo parece perfecto, pero tu cuerpo parece decir otra cosa. ¿Cuánto aguantarás?
Las mentiras hacen daño a todo el mundo, incluido a uno mismo. A nadie le gusta que le mientan, pero todos hemos mentido. Por tanto todos hemos hecho daño a personas, personas a las que odiamos, pero también a personas a las que queremos. Cuando te pones a pensar en todas esas personas y en todas esas mentiras, y además te planteas seguir mintiendo le preguntas al espejo en que clase de persona te estas convirtiendo. Y a continuación viene la pregunta de “¿Quién era?, ¿quién he sido toda mi vida hasta este momento?” Si te gusta lo que te llega de la memoria todo va bien, planteale tus problemas a una persona de tu confianza y que te ayude a tomar una determinación adecuada. Fin del asunto. Si no te gusta lo que recuerdas, pues chico, ya va siendo hora de cambiar las cosas malas ¿no?. Fin del asunto. Pero si es medio-medio, si tienes cosas que te gustan y cosas que no, cambias lo que no te gusta y punto. Parece fácil, pero no lo es, porque da la casualidad de que la mayoría de las cosas malas de una persona van ligadas a las malas. Me explico con un ejemplo: Cuando conoces a fondo a una persona puedes darte cuentas de lo sincera o lo simpática que es cuando confías en ella, pero para que eso te sorprenda ha tenido que ser minimamente borde y tu has tenido que desconfiar. Todo va de la mano.

Pero volviendo a lo de las determinaciones, mentir nunca es una buena opción. Siempre puedes buscar a una persona que te entienda y contarle tus sentimientos. Y es increíble pero cierto. Justo cuando encuentras las palabras exactas para describir como te sientes, te das cuenta de que no hay nadie para escucharte. Y en cierto modo resulta hasta gracioso, o al menos irónicamente gracioso. Porque, básicamente, mientras buscabas esas letras que componen esa palabras exactas en esa inmensidad que es tu gran cabezota hueca, todo el mundo se ha ido yendo, o peor aún, tu los has hechado.
¿Y qué determinación puedes tomar entonces? ¿Mentir quizás?

viernes, 12 de agosto de 2011

Reflexiones de una espera.

¿Vale la pena esperar algo que sabes que no va a llegar? La mayoría de las personas tendría muy claro que la respuesta es no. Y la razón es muy sencilla: esperar algo que con certeza no llegará es la manera mas fácil de inducir a la mente en un estado de dolor y angustia casi permanentes. Eso es algo que no se le recomienda a nadie. ¿Pero y si eso que esperas fuese la vida? Ahí la cosa cambia.
La humanidad se basa en pequeñas cosas para ser feliz, para tener un motivo por el que continuar cada día y sobrellevar así los disgustos diarios. Esa es una de las razones por las cuales una sonrisa ajena puede provocar tanta felicidad. Sin embargo eso solo ocurre cuando hay algo en tu interior. Cuando estas vacío, o peor, cuando te sientes vacío una pequeña sonrisa sincera no sirve de mucho. Solo te sirve la sonrisa de eso que te falta, eso que provoca ese vacío tan horrible. Pero en el fondo todo es relativo, y todo depende de un conjunto. A veces miro a mi alrededor, y pienso que no no me gusta lo que veo. A pasado tiempo desde que dejé de estar realmente viva, realmente feliz. Creo que ya no recuerdo lo que se siente al serlo. A veces pienso que no se nada y que nadie sabe nada de mi. Y es jodido porque te sientes perdida, realmente sola. No sabes si encajas con el mundo o si el problema es que la vida no es para ti.
La mayoría de la gente no sabe lo que es, no lo han vivido y por eso no te comprenden. No entienden lo que es no encontrar lo que se busca, a ti misma, empezar de cero. Hay momentos en los que te rindes, en los que tiras la toalla. Al fin y al cabo todo se vuelve monótono y gris. Pero llega un momento en el que enloqueces, en el que tu cuerpo se quema y tu mente se ahoga. Entonces solo quieres despertar de esta horrible pesadilla y comenzar a sentir que existes. Pero sigues esperando a eso que llaman vida, a eso que es tu vida, aunque en el fondo sabes que puede que nunca llegue. Mientras tanto, de esperanzas se vive, y con recuerdos te arropas.

domingo, 7 de agosto de 2011

Reflexiones sobre eso que llaman felicidad.

Supongo que si me preguntasen si soy feliz respondería que no. Yo les preguntaría si ellos lo son, y lo idóneo sería que me respondiesen con una amarga sonrisa forzada y un 'no lo sé', pero eso solo pasa en las películas, así que me responderían un claro sí con una sonrisa de oreja a oreja. Pero ¿por qué?
Se supone que el objetivo en la vida es alcanzar la paz y la felicidad. ¿Pero que entendemos por felicidad? Cada persona tendría su propia definición. Es cada persona la que decide si su situación actual, en el momento en el que vive se encuentra a gusto con su vida, con su propia existencia. Una persona, no una jodida definición de diccionario.
Creo que por cada palabra buena del mundo podría sacar dos malas. Y que ocurra eso es una mierda, solo indica dos cosas: o que las cosas van muy mal, o que tus cosas van muy mal. O ni lo uno ni lo otro, que simplemente no estas conforme con lo que tienes al rededor. Últimamente tengo mucho tiempo para pensar, y por tanto para poder sacar conclusiones, y aunque me duela decirlo, después de darle muchas vueltas y de observar así como un millón de veces, creo que las cosas no van bien. Ni las cosas van bien ni las cosas me van bien, todo va relacionado. Pero para que vosotros podáis sacar vuestras propias conclusiones: Eso que llaman vida no es mas que un óvulo y un espermatozoide que decidieron encontrarse, eso que llaman amor no es mas dos neurosis que hacen buena pareja en un momento determinado, y eso que llaman muerte no es mas que dejar que tus células dejen respirar y por tanto de producir los elementos básicos. Ala, los milagros de la naturaleza resumidos en una puta frase que joden toda la magia. Pero chicos, es así. 
Nadie te pregunta si quieres nacer ni te avisan de lo que te espera como lo hagas, y sin embargo estás aquí. Si tu no quieres ¿que tiene eso de mágico? Cierto es que en la vida hay cosas maravillosas tales como un primer beso (para algunos), un abrazo materno, eso que algunos tuvieron llamado infancia (lo siento, me excluyo), incluso podríamos decir el abrazo de un amigo cuando lo hemos necesitado. Todo eso es cierto, claro que sí. Y también es cierto que cada dos pasos buenos que des darás 3 malos. Esas personas a las que quieres dejan de respirar, esos amigos que te abrazan te traicionan, o simplemente se olvidan de ti, ese primer beso se puede ir a la mierda en 0'3 segundos, y en eso que llaman infancia puede ser un infierno si un par de niñatos se lo proponen. Si esas cosas ocurren antes de tiempo todo puede desmoronarse. La persona mas cuerda del mundo puede volverse loca con un mal día. Un simple mal día. Pensadlo. ¿Cuántas veces hemos deseado no haber nacido alguna vez? Millones por cada persona a la que se lo preguntes, eso es un hecho. Son de esos momentos de los que hablo. Claro que a continuación vienen esos momentos buenos que te sacan esa locura de idea de la cabeza. Pero ¿y si no vienen? Entonces estarás metida en una de esas comedias románticas, en las que la peli empieza viendo como todo te va mal, y poco a poco alguien se mete en tu vida haciéndote ver las cosas de otra manera. A tomar por culo. Las cosas son como son, así han sido siempre y así serán siempre. Si tu decides taparlas con un tupido velo para que no ocupen mas que un par de momentos malos adelante, se feliz. Todo el mundo, bueno casi todo el mundo se merece ser feliz, pero eso no significa que hay cosas detrás de ese velo que tapa la mitad de ti.
Y aquí llegamos a un punto complicado. ¿Todos aquellos que quieren ser felices deberían tapar toda esa mierda que te recuerda que la mayoría de las cosas son una mierda? Yo lo he intentado y no funcionó. Probad si queréis. Supongo que hay que aprender a estar con ello, a ver lo bueno que esconde lo malo, a no fingir que todo es perfecto. Como suele decirse "aprender a vivir". Es difícil, sin duda, pero hay gente que lo consigue. Solo hay un inconveniente para lograrlo. Los momentos buenos deben pesar algo mas que los malos, y ante todo, tienes que tener muy claro querer hacerlo.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Reflexiones de líos.

De acuerdo. Partamos de que un problema no tiene solución. Tengo un problema, mas bien un doble problema. Tengo un problema y tengo el problema de que la solución al susodicho problema no quiere ser la solución. Entonces no hay solución, y si no hay solución no hay problema. Pero joder, para mi es un maldito problema. Me estoy liando. Hace tiempo que me estoy liando demasiado. Odio esos días en los que te pones a pensar en todo y en nada al mismo tiempo, y los odio porque me lío. Esto días melancólicos en los que te apetece alejarte de todo y mandarlo a la mierda. Y entre lío y lío lloras. Lloras y mueres un poco. Hace ya tiempo que veo la "vida" desde otro punto de vista. Digamos que siempre he sido muy realista desde el mal lado, desde el lado negro, oscuro o como queráis llamarlo. Pero al menos tenía una razón de ser. Todos buscamos una vida, nuestra vida. Una meta para la llamada felicidad. Antes lo tenía, lo prometo, y aunque se que pude sonar raro también se sonreír, pero las razones se gastan. La dosis de realidad se ha vuelto demasiado alta, e incluso debo admitir que se ha convertido en pesimismo. Pero si un mismo problema se convierte en rutina, y ese problema es una realidad dolorosa las cosas pueden explotar. En tu interior al menos. Y entonces te da por pensar, y entonces, comienzan los líos.