martes, 6 de septiembre de 2011

Reflexiones sin mas.

Acabo de acordarme de que tengo un blog aquí un poco abandonado y vengo a dedicar nada mas y nada menos que unas palabras.
Y ya que sacamos la palabra 'palabras' empecemos por ahí. Soy de la opinión de que sobran en este mundo. Las palabras sirven para gritar, para llorar, para hacer daño. Sin embargo hay gente que no sabe disfrutar del silencio. Si en el mas estable de los silencios existe incomodidad para uno mismo simplemente es que no sabe pensar, así, sin mas. O que no sabe, o que no puede con sus pensamientos, porque a veces, el ruido del silencio se vuelve insoportable; y se transforman los días en noches, y el alba se sonroja al despedir la noche y convertirse en día, peor sigues sordo de silencio. Y con ese silencio quizás buscas la verdad, pero puedes encontrar preguntas, o simplemente no encontrar respuestas y seguir atormentándote un ratillo más. Y entonces sueñas. Y cuan difícil es ser humano mientras se sueñe, mientras creas ilusiones y una vida o un momento que nunca va a existir, o mientras recuerdas aquello que deseas o que te hiere. Y los sueños están para la eternidad.
Recuerdo aquí que la eternidad dura mas que la vida, concretamente cinco letras mas. Y las personas cinco letras mas largas estúpidas son tremendamente mas felices, y os lo digo yo que en su día lo fui. No se vive en ningún lugar mejor que en el de la ignorancia: no entiendes, no duele, y ya. Y eres estúpido, pero eres un estúpido feliz, con tiempo de sobra para respirar. Y es que da igual lo cansado, harto o estresado que estés, la vida nunca se detiene por nada ni nadie, y eso es lo malo de los tiempos que corren, que son difíciles de alcanzar, y de entender. Y día a día van pasando los minutos y las horas, los segundos y ante todo los momentos, esos que, al fin y al cabo, no hacen personas, buenas o malas, pero personas.
Y deseando buenas noches me voy a esnifar algo de nada en una noche en que falta todo.

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